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Loly Álvarez

Mi niña ha estado entregaita todo el verano

Otra mañana de puerta cerrada, pero los problemas, las consultas, los llantos, los antiguos alumnos... hacen que se abran, es decir, hay momentos en los que se respeta que la puerta esté cerrada, mejor dicho medio cerrada, pero cuando hace falta se abre, no se puede cerrar los ojos a los problemas, por mucho trabajo que haya, tendríamos que salirnos del Centro para poder desentendernos totalmente de lo que ocurre en cada momento.

Hoy seguíamos con el período de reclamaciones y había mucha gente, familias, intentando hablar con el profesorado y en algunos casos se han hecho reclamaciones a la promoción y a alguna materia, el caso es que ha habido que ir llamando al profesorado que no había venido porque pensaba que nadie iba a reclamar.

Este asunto de las reclamaciones ha aumentado desde que empezaron los exámenes de septiembre porque las familias se gastan el dinero en clases particulares, durante el verano, y les duele que no les haya dado resultados, como siempre en esta sociedad es el "don dinero" el que nos mueve. Creen que al estar dando clases tienen como un seguro de que el niño o la niña está estudiando y todos, los que hemos estudiado, sabemos que esto de dar clases particulares no garantiza que se aprenda, en muchos casos porque a las clases particulares van como una salida más de las mañanas alegres de verano y en otros porque en ellas se dedican a resolverles las tareas y no a hacer que el aprendizaje se convierta en conocimiento significativo y quede en el pozo del conocimiento. Parte del alumnado no sabe lo que es estudiar, encerrarse en un cuarto a  solas hasta que verdaderamente se aprenda, con las distintas técnicas de estudio y de trabajo intelectual que se les va repitiendo en numerosas ocasiones durante el año. Esta es la eterna tarea de los educadores.

Quiero destacar también el número elevado de suspensos que no se han presentado, que ellos mismos se han suspendido y han perdido la oportunidad de la prueba extraordinaria o bien que han pasado un verano feliz y pasan de los estudios, las familias y los alumnos y alumnas.

A todos estos temas hay que añadir que con toda la vorágine de trabajo y una vez que los grupos ya están hechos, recibimos una carta donde los grupos de Religión se reducen. ¿Alguien me puede explicar cómo puedo hacer tres grupos con 112 alumnos y alumnas? ¿Alguien me puede explicar cómo voy a cambiar a un alumno de las opciones de 4º por el tema de la Religión? Estas dos cuestiones son materialmente imposibles si no nos dan dos horas más. No es lógico que tengamos 19 horas de Religión en todo el Centro cuando el curso pasado con un grupo menos teníamos 21horas, es otra vez el don dinero el que nos persigue, porque, al fin y al cabo, estamos hablando de horas que deben pagar al profesorado y quieren ahorrárselas.

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