Presidenta, de nuevo, de la Comisión de Escolarización.

Me han vuelto a nombrar, por segundo año consecutivo, Presidenta de la Comisión de Escolarización de la localidad, un puesto de gran responsabilidad, que han soltado los Inspectores y desde el año pasado recae en los directores y directoras.

Acabo de llegar de una reunión, desde esta mañana,  con almuerzo incluido, y tengo que devorarme cantidad de papeles, porque el proceso de escolarización empieza en marzo. 

Este trabajo, por nuestra cara bonita, se nos ha asignado a los directores, sin más recompensas que unos puntos para el concurso, que yo llevo 27 años donde quiero estar, y unas 30 horas de formación, que yo ya he cumplido el 5º sexenio, y no me sirven para nada. 

Un trabajo en el que se trata de organizar la escolarización del próximo curso en nuestra localidad y que de ello depende la buena o mala organización de los centros.

Digo yo que esto debe estar reconocido porque es un trabajo que nos viene "ad latere" de nuestras funciones encomendadas como directores y que además no podemos dejar de cumplir con las de directores o directoras y además debemos seguir dando nuestras clases, con el debate del Programa de Calidad, con la visita de los inspectores en la revisión de las Pruebas de Evaluación de Diagnóstico... y el día a día del Instituto, todo a nuestras espaldas y sin ninguna compensación extra; al menos nos podrían liberar de las clases, o cualquier otro incentivo, por las horas de más que debemos dedicarles, pues nada, cállate porque te he elegido por "tu cara bonita".